Just just metamorph.
Y si no todos tienen esa opción, no es divertido. El filósofo se volvió filósofo pues nadie tenía tiempo, tanto ocio, tan poca gente con quien compartirlo, terminó por lograr que el filósofo se diera cuenta de que podía hablar consigo mismo, que podía hacerse su complice, que podía conspirar contra los demás, se volvió su mejor amigo, se volvio el confesor de lo que veía la voz que retumbaba cual ecos infinitos: la consciencia refleja.
Y el día de hoy que ya sé esto, me doy cuenta que no deseo este lujo, o más bien, que sí lo deseo pero no lo deseo solo, las lágrimas me brotan de ver tanta esclavitud voluntaria, tanta perdición institucionalizada, tanta carencia de sentido: el sentido es lo divino, es lo gracioso. Nadie rie, nadie busca reir, nadie gasta bromas, nadie juega con su persona y con las de los demás, hundidos en los prejuicios incluso mirar fijamente a los ojos se vuelve una descortesía o un signo de otro deseo.
Nietzsche decía (seguramente él se lo copió a alguien más) que el filósofo es el intermedio entre una bestia y un dios: y creo que con ello se refería no precisamente a que es un estado intermedio distinto de los otros dos, si no que era la combinación caótica, problemática y exquisita de los dos. Lo que les ha faltado a todos decir (aunque bien que lo han vivido) es que el filósofo es una especie sin progenitor, que nace por generación espontánea y que mimetiza los insulsos comportamientos de las bestias que lo rodean a falta de poder encontrarse a sí mismo reflejado auténticamente en el otro: su filosofar es el camino a darse cuenta de cómo es el, inventándose su consciencia refleja: por eso ningún filósofo se parece.
¿Pero podrían vivir juntos? ¿Seguirían siendo filósofos si se aparearan intelectualmente con su misma especie? you tell me.
2 comentarios:
Saludos, Ricardo
Me gusta la manera en la que relacionaste el ocio y el inicio de la filosofía. Me hace pensar jugando que si el ocio fuera el padre de todos los vicios, los vicios y la filosofía serían parientes muy cercanos (si no es que ésta es un vicio más).
Atte: Juan Ángel
Estoy conmovido. Parece como si pensaras que el filósofo es verdaderamente un ser especial.
Tal vez es cierto que el filósofo viene del dios y de la bestia, sólo que sus "padres" son más ilusorios que concretos, de ahí la "orfandad", mas esto me recuerda de algo que se dice acerca de los pocos híbridos que son posibles, que suelen no ser fértiles. Espero no sea el caso de los filósofos.
¿Será que es especial porque no tiene su propio lugar vital o acaso es especial como un defecto más en la producción natural?
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