Hace unas semanas un amigo me consultó en facebook una receta filosófica para alejar a los imbéciles. Más allá de que mi respuesta no se exactamente qué tuvo de filosófica -en verdad es un poco molesto que gente que no tiene idea de filosofía ocupe la palabra con filósofos, pues solo denota no saber de que habla, pero precisamente por no saber de filosofía es que se ocupa la palabra sin saber que podría significar, así que estamos perdidos- creo que tuvo algo de verdad.
Lo que le dije es: Parecer feliz.
Nota claramente que la gente que es feliz siempre es la gente más solitaria, sus "problemas" son problemas de verdad, no se andan con tonterías varías que surgen en la cotidianidad. No se por qué esto es un repelente para los imbéciles, creo que pudiera ser que ellos encuentran incomprensión con la gente feliz, pero no estoy seguro.
En todo caso, de ser así, podríamos definir al imbécil como aquel sujeto que no es feliz y aunque no se odie a sí mismo (como el ruin ;] ) sí que está ensimismado, alienado, en una vorágine de necesidades ocupacionistas para no enfrentar la soledad, la laxitud y el vacío, la nada, la ansia.
Cuando no se rodea de imbéciles, se contagia, por eso, amigo mio, si no eres feliz, por lo menos parécelo... a menos, que te guste rodearte de imbéciles y bañarte en tu propia mugre :D
2 comentarios:
ser o parecer son dos cosas distintas... yo soy feliz y cuando no lo estoy trato de parecerlo!
cómo..?? para parecer felíz instruye me
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