Esta noche no dormí, como se me hace costumbre en las vacaciones, y no pienso dormir en el día por que me tengo q ir a inscribir al semestre por fin... en medio de obstáculos y trabas institucionales y burocráticas (que se pueden resumir en trabas de impotencia mental) q impiden una equitativa, fácil y ágil inscripción y que presagian ya desde ahora un enojo en el semestre. Sin embargo voy a pasar por alto todo eso por ahora ya que en este preciso momento vengo de sacar varias carcajadas y de darme cuenta que un solo ser me hace muy feliz, que un solo ser se me hace incondicional, y que un solo ser no espera nada de mi, así como yo no espero nada de él, y nos juntamos solo por el amor que nos tenemos: me refiero a mi mejor amigo.
Todo comenzó cuando salió corriendo aprovechando el basto espacio de la cochera con singular emoción, y le dije que había que jugar algo, por lo que fuí por su pelota y comenzamos a jugar 'algo así' como futbol... solo se trataba de que él me quitara la pelota, se fuera cansado y se acostara, entonces yo se la volvía a quitar y el regresaba a recuperarla... ¡he de decir que es bastante bueno! Me hizo reir tanto con sus regates y ladridos que me di cuenta en ese momento, que lo adoro, que lo quiero muchísimo, y que no haría nada para cambiarlo, asi como es, mudo y sonriente, así lo amo.
Ya tiene 10 años, y cada vez lo quiero más, y aún tengo tanto que aprender de él.
Etiquetas: amistad
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio